¿El líder nace o se hace?
Liderar es saber manejar un
equipo de trabajo, de voluntades y para ello, el líder debe estar preparado a
fin de mantener el equilibrio necesario para el éxito. En este punto se funden
en una sola persona, el líder y el dirigente. Líder para motivar y
dirigente para conservar en su justo funcionamiento las diferentes piezas de
engranaje afectivo y laboral.
El liderazgo es una
condición inherente a la personalidad de cada quien. No hay una escuela en
donde nos preparen para ser líderes, sino que es una actitud propia de la psicología
de cada individuo.
Sin embargo, para llegar a ser
un buen líder y aprender a gestionar equipos a nivel
organizacional, no basta con tener “madera de líder”, sino que se hace
necesario afinar y ampliar las habilidades intelectuales para enfrentar de la
mejor manera los retos diarios que se vayan presentando en los distintos
niveles de competencias de la empresa.
Es difícil establecer una línea
divisoria entre la carga vital que acompaña e inclina a un líder hacia
determinado rango o nivel de ocupación gerencial y las capacidades adquiridas a
través de la formación. La iniciativa, definida como la capacidad de emprender
ideas innovadoras, puede considerarse como algo innato pero, ampliar la visión
de lo que se quiere hacer y la forma de llevarla a la práctica, es un ejercicio
que se puede mejorar sólo a través del aprendizaje y
la experiencia.
De allí que, para alcanzar
niveles de excelencia es necesario prepararse de forma permanente, estar
atentos a las nuevas corrientes de acción, y prodigar con sello propio, ideas y
proyectos que estén enmarcados en esas visiones innovadoras y de progreso.
¿Cuáles son las capacidades
innatas de un líder?
Un líder por naturaleza es:
- Estratega: pone sobre la mesa los objetivos que se aspiran lograr y plantea sus posibles vías de realización.
- Proactivo: se adelanta a los acontecimientos.
- Motivador: mantiene una actitud positiva y motiva a su equipo.
- Empático: se pone en el lugar de los demás y es capaz de establecer conexión emocional.
- Resiliente: saca provecho de los errores u obstáculos.
- Innovador: está a favor de los cambios y genera ideas disruptivas.
Estas capacidades innatas deben
ser reforzadas con un conocimiento teórico que le de soporte y amplíe
las posibilidades de actuar al líder de manera integral
- Marco teórico-legal del área que ejerce: conocimientos técnicos y jurídicos del sector.
- Competencias digitales: indispensables para ejercer cualquier cargo laboral más aún si se trata de cargos gerenciales y/o directivos.
- Estrategias para el manejo de equipos y procesos gerenciales que permitan mejorar la eficiencia y la productividad empresarial.
- Desarrollo de las competencias propias del líder y responsables de equipos para complementar las habilidades innatas que posee.
En conclusión: el líder ¿nace o se
hace?: el buen líder nace y se hace, ya que es
resultado de habilidades innatas complementada con la formación y la experiencia.
El
líder nace, se hace, pero también se deshace
Aunque existen personas que muestran dotes de liderazgo
innatas, todos podemos llegar a ser buenos líderes. Lo único que necesitamos es
aprender y experimentar. Además, no existe una única forma de liderazgo, cada
persona tiene un estilo diferente que puede ser igualmente exitoso.
De cualquier manera, los requisitos que todo líder debe
cumplir, tenga las aptitudes innatas o las haya aprendido, son los que siguen:
- · El buen líder es un referente para su equipo
- ·
Su éxito se mide por los resultados y no por su
popularidad
- ·
Se distingue de los demás porque tiene visión,
promueve el cambio y se anticipa al futuro.
No obstante, también hay que tener en cuenta algo muy
importante. De la misma forma que el líder se hace, también se deshace. Si se
pierde la conexión con el equipo, si pierde su confianza, perderá su liderazgo.
Por tanto, no sólo hay que desarrollarlo sino que también hay que saber
cuidarlo.
Que NO es el liderazgo
Para responder si
los líderes se hacen o nacen, primero hay que
definir qué es un líder. La
figura del líder no tiene nada que ver con la edad o la posición dentro de la jerarquía
organizacional, y definitivamente alguien no se convierte en líder sólo porque
le fue otorgado ese rol de allí nace la diferencia entre líder y jefe. El liderazgo es un proceso continuo de
influencia social e inspiración dentro de cada equipo para que sus miembros
alcancen el máximo potencial. Al igual que cualquier otro proceso, debe ser
acompañado y nutrido por esfuerzo, determinación, confianza, prueba y error, y
por supuesto, experiencia.
https://blog.starmeup.com/es/liderazgo/un-lider-nace-o-se-hace/
https://retos-directivos.eae.es/el-buen-lider-se-hace-o-se-nace/
https://www.escueladenegocio.com/blog/liderazgo-gestion-equipos/
Buen artículo, añadiría que el liderazgo también es una cuestión de voluntad en primer lugar, porque para cultivar cualquiera de esas habilidades y acender como líder, es necesario desearlo. Ese deseo y esas ambiciones deberán ser proyectadas al grupo, sí un líder no demuestra más preocupación por los intereses grupales en vez de los personales caerá rápidamente.
ResponderEliminarCreo que un líder nace con ciertas actitudes que desarrolla a lo largo de su vida, pero esto no puede pasar si no en un ambiente que favorezca maximizar lo dicho...
ResponderEliminarDe acuerdo compañero, las aptitudes innatas de un líder sin un ambiente adecuado para su desarrollo pueden verse mermadas
ResponderEliminarAunque es un hecho que cada uno de nosotros contamos con algún tipo de liderazgo a lo largo de nuestra vida es muy importante seguir aprendiendo...
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