Liderazgo, poder, autoridad y gestión
Todo individuo que se encuentre en un puesto gerencial
debe tener la capacidad de liderar eficazmente a su equipo de trabajo si desea
mantener una sinergia y motivación en el mediano y largo plazo. La eficacia del
liderazgo aplicado está directamente ligada con la autoridad que es capaz de
construir la persona llamada a guiar un equipo.
La autoridad y el liderazgo están por encima del poder y de la capacidad de gestión cuando se quiere generar una sinergia en nuestro equipo de trabajo de forma sólida y sostenible
Se suele confundir estos términos en su visión y aplicación práctica.
En lo referente a gestión es importante considerar que no se gestiona a las
personas o funcionarios de una organización, no se gestiona a los seres
humanos. Lo que se gestiona son los inventarios, los recursos, los pedidos de
los clientes, entre otras cosas. Se gestiona las cosas, y se lidera a las
personas. El liderazgo puede definirse como el arte de influir sobre las
personas que para que estas puedan dar su mejor esfuerzo en la consecución de
los objetivos que se ha trazado la organización se puede definir como una
destreza aprendida o adquirida. El liderazgo es el influenciar a los otros, por
el medio de una serie de destrezas que toda persona puede aprender y
desarrollar si articula el deseo apropiado a las acciones apropiadas. Las
acciones apropiadas tienen que ver directamente con hacer énfasis en cómo
lograr el involucramiento mental de cada uno de los integrantes de la
organización, ligado directamente con la capacidad de relacionamiento que
desarrolle el llamado a liderar.
Max Weber hace énfasis en la diferencia entre
poder y autoridad, definiciones que en la actualidad siguen vigentes y tiene
mucha aplicabilidad al momento de hablar de liderar un equipo. Weber define
poder como la capacidad de forzar o coaccionar a alguien, pese a no estar de
acuerdo, haga tu voluntad debido a tu posición o tú fuerza. Muchos gerentes
utilizan su poder, estableciendo castigos por no cumplimiento de
responsabilidades y metas trazadas a las personas bajo su cargo, lo cual hace
que los funcionarios hagan sus tareas por temor más que por involucramiento,
convicción o gusto.
A su vez, Weber define autoridad como el arte
de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieras debido a tu
influencia personal. La autoridad consiste en conseguir que las personas hagan
la voluntad del gerente de manera voluntaria, es decir, porque se les ha pedido
que lo hagan y no porque se les ha amenazado sino lo hacen. Es importante
subrayar que poder se define como una capacidad, mientras que autoridad se define
como un arte. El ejercer poder no exige inteligencia, destreza o valor, así
como no es meritorio en el gerenciamiento. Sin embargo, desplegar un nivel de
autoridad sobre las personas requiere el desarrollo y aplicación de destrezas
adicionales. Se puede estar en una posición de poder en una organización y no
tener autoridad, y viceversa. Puedes tener poder por el hecho de ocupar un alto
cargo, de heredar mucho dinero o tener muchos conocidos influyentes, esto no
vale para la autoridad. La autoridad tiene que ver con lo que somos como
persona, con tu carácter y con la influencia que has ido construyendo sobre las
personas.
Un gerente debe construir su autoridad si desea
mantener a mediano y largo plazo un equipo de trabajo sinérgico y motivado. El
uso sólo del poder adquirido suele funcionar inicialmente para la consecución
de objetivos a corto plazo, pero suele desgastar las relaciones en el mediano y
largo plazo. Con esto no quiere decir que en ocasiones no sea necesario ejercer
el poder, pero esto debería ser simplemente en ocasiones esporádicas con el fin
de re direccionar desviaciones críticas en las organizaciones. Se debe utilizar
el poder porque no queda más remedio que echar mano de los medios de educación
más tradicionales como despedir un empleado de muy bajo rendimiento o llamar la
atención formalmente. Lo importante es que cuando no queda más alternativa que
ejercer el poder, el líder debe dejar claro porque se ha visto obligado a ello.
Y es que si hay que recurrir al ejercicio del poder es porque ha fallado la
autoridad o en el peor de los casos no contemos con autoridad.
Toda organización es una entidad social, es
decir está compuesta por persona, y cuando trabajamos con ellas pretendiendo
que realicen ciertas cosas no encontramos por lo general con dos aspectos, la
tareas que debemos hacer cumplir y la relación humana. Es fácil que un gerente
desequilibre la balanza a favor de alcanzar las tareas y descuide las
relaciones humanas. Si nos concentramos sólo en las tareas nos encontraremos en
el mediano plazo con alta rotación de personal, falta de calidad en el
servicio, bajo nivel de compromiso, bajo nivel de confianza, entre otras cosas.
Pero también, si nos concentramos más en las relaciones humanas, la
organización no cumplirá las metas establecidas. Por tal situación un gerente
para tener un liderazgo eficaz debe construir su autoridad en base a la
consecución de las tareas asignadas mediante el fomento de las relaciones
humanas. Las organizaciones, los equipos, las familias funcionan cuando las
relaciones humanas funcionan. Por tal un líder debe construir relaciones
sólidas que funciones dentro sus organizaciones, y esto se debe basar en la
búsqueda de la satisfacción de las necesidades de cada uno de los integrantes
de la misma como lo hacemos con nuestros clientes, esto incluye los
funcionarios y los accionistas.
Concluyendo, el liderazgo depende directamente
de nuestra capacidad de construir de forma sólida nuestra autoridad, y no así
de nuestro poder. Se debe buscar liderar a un equipo de trabajo, mediante la
aceptación voluntaria de la autoridad del Gerente por parte del equipo. Un
gerente debe liderar y no gestionar su equipo de trabajo, esto incluye lograr
un equilibrio entre la asignación de tareas y las relaciones humanas. Las relaciones
humanas dentro de la organización serán sólidas cuando se conozca y se busque
eficazmente la satisfacción de las necesidades de todos los integrantes de la
misma. La autoridad, y en si el liderazgo, están por encima del poder y de la
capacidad de gestión cuando se quiere generar una sinergia en nuestro equipo de
trabajo de forma sólida y sostenible
LIDERANDO CON AUTORIDAD
La autoridad permite que el liderazgo ocurra,
pues tiene el poder para concentrar y dirigir la atención sobre los asuntos que
deben abordarse, evitando así que diverjan hacia cosas adjetivas e
irrelevantes. En lugar de acaparar la atención y el trabajo, la autoridad debe
dejar de hablar y así dar la oportunidad para que los supuestos sobre los que
descansa la organización o un equipo de trabajo puedan salir a flote y ser
desafiados.
La mayoría de las veces operamos en equilibrios
relativamente estables y ejercemos autoridad más que liderazgo. Si conocemos la
respuesta, debemos darla de manera clara, rápida y precisa a quien corresponda.
Asimismo, es fundamental reconocer cuándo estamos frente a situaciones nuevas o
desafíos desconocidos. En estos casos debemos dejar de ejercer el rol ordenador
que se espera de nosotros y abrir espacios para que el liderazgo ocurra. En
otras palabras, dejar el rol de controlar lo conocido y abrir paso a la
orquestación de lo incierto.
LIDERANDO SIN AUTORIDAD
Las ventajas del liderazgo sin autoridad están
muy relacionadas con las desventajas del liderazgo con autoridad. Esto, porque
el primero no tiene tantas expectativas que satisfacer: puede desviarse de la
norma con más facilidad, presionar con fuerza sobre un problema en particular,
despreocupándose del resto, y puede gozar de mayor cercanía con quienes deben
hacer el trabajo adaptativo.
Las organizaciones deben proteger las voces de
liderazgo sin autoridad. Las personas que se vean expuestas a generar cambios
hacia arriba, deberán desafiar la autoridad y la forma en que se hacen las
cosas. En la nueva economía hay que abrirle espacio a la disrupción y al
pensamiento crítico. De otra forma no se puede innovar. Quien no lo entienda
así, pierde perspectiva y visión de contexto.
Birch, P. (2001). Liderazgo al instante. Motivación, objetivos, pistas. México:Granica.
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Excelente comporta la visión. Del liderazgo es el influenciar a los otros, por el medio de una serie de destrezas que toda persona puede aprender y desarrolla
ResponderEliminarEs correcto, el valor de un líder está en influenciar a los demás en la búsqueda de alcanzar objetivos en común
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